Siendo muy joven, el cadete Carbonell fue escogido por los servicios secretos de Aragca para participar en un programa de Espionaje y convertirse en Agente Secreto. La Elite había visto con buenos ojos el extraordinario desempeñó que tuvo Carbonell en la Academia Militar. El Jefe Cheng fue la persona encargada de adiestrar en las artes secretas de la intriga y el asesinato al joven héroe.

Cheng lo llevo a unas instalaciones en el desierto de Aragca en donde durante varios meses lo entrenaron en manejo de armas, combate cuerpo a cuerpo, técnicas del disfraz,  investigación y detectivismo y sobre todo el entrenamiento consistía en convertir a Carbonell en una máquina de muerte al servicio de la Corona.

Carbonell fue excelente en todo lo que se le indicaba e instruía, fue en esa etapa en la que Cheng le dijo: "Ahora si comienza lo difícil, en la fase 2 habrá entrenamiento con robots, de ese modo al igual que en WestWold con Yul Brynner, tendrás oportunidad de eliminar al malo sin riesgo y practicar cuanta teoría te hemos enseñado. Pasa mañana temprano a la Unidad 731".

Y así fue, Carbonell a eso de las 6:00am, llego a la puerta marcada con el número 731, golpeo con los nudillos y escucho la voz de Cheng que dijo con tono serio y autoritario — ¡Pase! 

El cuarto era pequeño, había una mesa, con dos sillas frente a frente y una de ellas estaba ocupada, al principio pensó que era Cheng, pero luego vio que se trataba de un desconocido. Carbonell tomó su puesto en frente del otro hombre, fue cuando noto que en la mesa habían dos sobres.

Se escuchó de nuevo, la voz de Cheng, por un altoparlante en el techo, que decía: —Caballeros, abran y lean las instrucciones que están en el sobre al frente de cada uno de ustedes.

Carbonell, tomo su sobre, lo abrió y saco una hoja de papel que decía:

EJECUTE A LA PERSONA EN FRENTE SUYO

Sin pensarlo dos veces, cada uno ellos salto a destrozar sin clemencia al otro. Carbonell de un certero y fuerte puñetazo directo a la quijada, logro aturdir a su oponente, circunstancia que aprovecho para aplicarle una llave de lucha para partirle el cuello como si se tratará de una cabra tuberculosa.

— Bravo, Carbonell. Por favor salga del cuarto — Volvió a indicar la voz del parlante

Cuando Carbonell cruzo de nuevo la puerta, vio la figura de Cheng, este se aproximó y le dijo: —Excelente, has sido promovido al cargo de Teniente.

— No fue nada difícil — replico el joven Carbonell, dándose aires de superioridad   — es fácil hacer el trabajo si han puesto un robot que se programó para hacerme ver como el héroe.

 — Oh Carbonell — contesto Cheng — aún no entramos a fase 2 de tu entrenamiento,  ¿De dónde sacas la idea de que el otro chico era un robot?


Un cuento de José Casagrande, participacion fuera de Concurso para el Tintero de Oro: Homenaje a Philip K. Dick