Ciudadano López



Ciudadano López era un hombre corriente, que tenía una vida corriente y vivía en una casa corriente, en una ciudad tan corriente como él y su propia existencia, así como todo su entorno gris y vulgar, propio de una población industrial.  Ciudadano López rozaba los treinta y cinco años, era soltero y trabajaba en el departamento de contabilidad del Gatesbank of America. Su vida aparentemente era tranquila en la rutina diaria que le acompañaba y a la que en cierto modo había llegado a acostumbrarse. Hacía años que tenía los mismos amigos, con los que compartía su afición a la pesca. Comía normalmente en el mismo restaurante de la esquina de su casa, y todos y cada uno de sus actos diarios eran previsibles. Resumiendo, su vida era más o menos como la de la mayoría de los seres humanos de su tiempo.

Pero dentro de pocos días, y sin que él ni siquiera lo pudiera imaginar, todo su entorno sufriría una enorme transformación que cambiaría radicalmente su estilo de vida. Mucho tuvo que ver el nuevo plan de desarrollo del gobierno para los ciudadanos de la zona oeste, que era donde vivía nuestro protagonista. La construcción de una nueva autovía atravesaba precisamente su barrio que, afectado por las obras, debería ser derribado y todos sus habitantes deberían trasladarse a uno nuevo recién terminado en la zona norte, mejor comunicada y más cerca, en su caso, del puesto de trabajo.

Según rezaba la propaganda oficial, estas nuevas viviendas que en breve les serían adjudicados disponían de los más sofisticados avances en cuanto a la comodidad y la habitabilidad. El holograma publicitario era muy bonito ya que la vivienda disponía de videoteléfono, climatización global, monoascensores neumáticos, sonorización ambiental a escoger, y era totalmente inteligente, todo controlado informàticament. Y lo más importante, siempre según el holograma, televisión adosada de última generación con acompañamiento y guía de comportamiento, este último un aspecto que Ciudadano Lópes no acababa de comprender pero que no tardaría mucho en conocer.
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Por fin llegó el día del traslado al nuevo hogar, la previsión y cooperación de las autoridades municipales permitió que todo se produjera en un abrir y cerrar de ojos, y hacia el atardecer del mismo día, Ciudadano López y el resto de afortunados ciudadanos como él estaban cómodamente aposentados en su nuevo habitáculo. 

Ciudadano López echó una ojeada a su entorno y se sintió satisfecho. Cogió un emulgente hidratado vitaminado del frigorífico y se sentó en el sofá del salón, el mando a distancia estaba allí, delante de él, como si le estuviera esperando. Lo cogió con la mano derecha y apretó el boton de 'on' "
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¡BUENAS NOCHES! "Ciudadano López se sorprendió. De dónde salía aquella voz?
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"No te sorprendas CIUDADANO LÓPEZ  SOY M-3254289, TU NUEVA ASESORA DE ACOMPAÑAMIENTO Y COMPORTAMIENTO; ESTOY AQUÍ PARA AYUDARTE EN TODO LO QUE NECESITES, SÓLO TIENES DE PEDIRLO Y SI ESTÁ DENTRO MI PROGRAMACIÓN TE LO CONCEDERÉ"
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Ciudadano López sonrió satisfecho, eso está bien -pensó- una ayuda siempre es de agradecer, y más en una casa tan nueva y sofisticada como esta. "Muchas gracias!" Contestó, "espero que seamos buenos amigos."
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"POR SUPUESTO, POR ESO ESTOY PROGRAMADA. MI MISIÓN ES HACER TU VIDA MÁS AGRADABLE."
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Mientras se restregaba las manos satisfecho, decidió que ya era hora de prepararse la cena, así que se fue a la cocina. Le apetecían unos huevos revueltos con bacon y una ensalada, acompañado de mayonesa y un vino suave de California. Estaba terminando de prepararse la comida, cuando la voz le increpó:
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"CIUDADANO LÓPEZ, ESTA CENA QUE TE HAS PREPARADO NO ES LA MÁS ADECUADA PARA TU SALUD, TIENE EXCESO DE GRASAS Y COLESTEROL. Te ACONSEJO QUE COMAS ALGO MÁS SUAVE Y ADECUADO. ME PERMITO SUGERIRTE UN VASO DE LECHE CON CEREALES. LLEVA LAS CALORÍAS QUE TU CUERPO NECESITA Y ES MUCHO MÁS SANO. "
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Ciudadano López fruncido las cejas, pero sea por la sorpresa que le produjo el mensaje o por la convicción que conllevaba el mismo, depositó su cena en la trituradora de basura y se preparó la leche y los cereales. Los comió con desgana y se dispuso a ver la película del Canal 458. A Ciudadano López le gustaba este canal, era el más cultural de todos y las películas que emitía eran francamente interesantes. Cogió una bolsa de palomitas que había comprado en el supermercado y se disponía a comérselas viendo la película cuando la voz le volvió a interrumpir:
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"CIUDADANO LÓPEZ, NO ES BUENO QUE COMAS PALOMITAS DESPUÉS DE CENAR, YA HAS ACUMULADO SUFICIENTES CALORÍAS."
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Esta vez, el fruncido de cejas fue más serio, pero era el primer día en su nuevo, hogar y no tenía ganas de pelearse con la vocecita tocapelotas que le habían instalado, sería mejor dejarla tranquila para hoy y mañana comentaría este asunto con sus amigos para ver qué opinaban. Conectó el canal 458, pero la voz tocapelotas volvió a intervenir:
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"LO SIENTO, PERO NO ES ACONSEJABLE VER ESTE CANAL, SU CONTENIDO ES PELIGROSO. TE RECOMIENDO EL CANAL 1222 QUE EMITE BUENAS PELÍCULAS AMERICANAS, MÁS ADECUADAS PARA LOS IDEALES Y EL COMPORTAMIENTO DE NUESTROS CIUDADANOS."
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Asqueado, desconectó el televisor, y eso que era su primer día de convivencia con la voz de acompañamiento y de comportamiento. "Empezamos bien" -pensó-, "o arreglo este asunto o uno de los dos acabará mal." La voz insistió de nuevo:
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"CIUDADANO LÓPEZ, SI NO QUIERES VER LA TELEVISIÓN, PUEDO RECOMENDARTE ALGUNA EMISORA DE RADIO, O LOS LIBROS QUE DEBES LEER PARA AMPLIAR TUS CONOCIMIENTOS."
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Ciudadano López estaba sorprendido, ¿cómo era posible que la voz aún lo estuviera fastidiando si ya había desconectado el receptor?
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"SÉ LO QUE ESTÁS PENSANDO" - LE DIJO -, "ESTOY CONECTADA AL TELEVISOR, SIMPLEMENTE EN ACTIVARLO ME HAS INCORPORADO A TU ENTORNO. MI TAREA ES VELAR POR TI Y HACERTE FELIZ LAS 24 HORAS DEL DÍA. Y AHORA, OBSERVANDO QUE NO DESEAS HACER NADA EN ESPECIAL, TE ACONSEJO QUE TE VAYAS A LA CAMA. ¡BUENAS NOCHES! AH!, Y NO OLVIDES DUCHARTE Y LAVARTE LOS DIENTES. ¡HASTA MAÑANA! "
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Ciudadano López hervía de indignación, en qué mal momento había puesto en marcha y activado un monstruo semejante! "Cálmate" - se dijo -" dúchate, lávate los dientes y vete a la cama, mañana ya prepararás un plan de choque contra este monstruo electrónico." 
Al menos le dejó dormir toda la noche, pero como ya lo esperaba, a las ocho en punto de la mañana la voz lo despertó:
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"BUENOS DÍAS! CIUDADANO LÓPEZ: ES HORA DE LEVANTARSE Y DESAYUNAR. SON LAS OCHO EN PUNTO DE LA MAÑANA, HACE UN BONITO DIA, LA TEMPERATURA ES DE 26 º Y NO HA HAY PELIGRO DE LLUVIA."
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"Gracias, ¿debo desayuno cereales, leche y zumo de naranja, ¿verdad?"
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"¡MUY BIEN! VEO QUE VAS APRENDIENDO, NO OLVIDES QUE TAN SÓLO SIGUIENDO MIS CONSEJOS SERÁS UN CIUDADANO FELIZ Y EJEMPLAR."
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Ciudadano López rezongó algo ininteligible entre dientes que, afortunadamente, la Voz no pudo oír. Una vez vestido y desayunado, se fue de su nuevo hogar hacia el trabajo, no sin antes despedirse de la Voz, no fuera que se molestara.
Se encontró en el bar de siempre con Ciudadano Martínez. No hizo falta que se dijeran nada el uno al otro, los gestos y las miradas que se cruzaron eran más que elocuentes. Ciudadano López susurró unas palabras al oído de su compañero. (Escucha Martínez  mejor que hablemos luego a la calle, ya no me fío de los locales cerrados) - Yo tampoco López, mejor fuera, vayámonos...
Una vez en la calle y mientras iban hacia el trabajo, hablaron de sus experiencias personales con la Voz y, como era previsible, coincidieron en el mismo tipo de enfrentamiento personal con ella. "Que te hace feliz y un ciudadano ejemplar", repitieron la vez. Ciudadano López se quedó pensativo.

- Ahora nos reímos, amigo mío, pero aquí tenemos un problema que debemos intentar resolver, cuanto ante mejor.
- ¡De acuerdo López! ¿Pero como? No creo que sea muy fácil desembarazarse de ella. -
Desembarazarse ya sé que no, pero ignorarla, quizás sí.
- Ya me dirás cómo. Si la desconectas, ellos lo sabrán y tendrás problemas, y no puedes ir todo el día por casa con las orejas tapadas, el remedio sería peor que la enfermedad.
- Todo eso ya lo he pensado, Martínez, pero sí creo que hay una solución.
- Pues dime cuál, que me estás poniendo nervioso.

- Verás, lo he estado pensando y creo que deberíamos dirigirnos a las autoridades municipales, les podemos decir que no nos adaptamos a tantos avances, que ya tenemos una edad y eso es algo de la juventud, y que si nos podrían cambiar a otra vivienda de características similares al que ya teníamos. No perdemos nada por probarlo.
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Martínez esbozó un gesto de escepticismo. No creo que nos hagan caso, al contrario, por lo que he oído decir, pretenden incorporar paulatinamente este sistema a todas las viviendas de la ciudad. Pero tienes razón, no cuesta nada probarlo. 
La respuesta de las autoridades municipales fue concluyente, ¡NO! Y a continuación ofrecieron todas las razones posibles que justificaban la negación a la petición solicitada. Que si era beneficioso para el ciudadano, que si más calidad de vida, que ésta era la vivienda del futuro, que deberían estar agradecidos por ser unos de los primeros en ocupar una de estas viviendas, etc.
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Cuando los dos amigos se encontraron el domingo por la mañana comentaron la jugada, ambos habían recibido la contestación que, de hecho, no les había sorprendido nada, ya se lo imaginaban.
- ¿Cómo lo ves López?
- Mal, pero ya me lo temía, de hecho, todavía nos queda otra solución, pero con esta no sé si estarás de acuerdo.
- ¿Cuál es?
Ciudadano López dio un vistazo a su alrededor, como si recelase incluso de los espacios abiertos.
- Martínez! La única salida que tenemos es huir de aquí.
Este lo miró, y con cara de sorprendido le dijo: - ¿Huir? ¿Donde? -
A un lugar seguro. Has oído hablar de los Centros de Almacenamiento?
- ¡No! ¿Qué es esto? -
Pues mira, es donde destierran a la gente políticamente incorrecta, como si fuera una especie de reserva, no existen las comodidades de aquí, pero tampoco se está tan mal, al menos hay libertad absoluta, eso sí, si vas, ya no puedes salir nunca más de allí. Es que ... bien, tengo un antiguo compañero de universidad que trabaja en el servicio de seguridad, ayer hablé con él, y me dijo que nos podría hacer entrar, fíjate que lo único que pide a cambio - sonrió en un gesto irónico - es quedarse con mi vivienda, así es la vida amigo mío, nosotros queremos salir y él anda loco para ocupar una.
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Martínez estaba dudando, no lo acababa de ver claro.
- No sé qué hacer, ¿quieres decir que nos adaptaremos?
- No lo sé, pero al menos yo, aquí, no quiero estar más tiempo del imprescindible. No ves que nosotros somos una especie de conejillos de indias, que cuando le encuentren el gusto a esto de controlar al personal, toda la ciudad estará bajo su ojo vigilante y su Voz incrustada día y noche en los oídos de todos los ciudadanos.
Piénsalo, mañana a las ocho de la tarde he quedado con él, te esperaré diez minutos, si no vienes, me iré.
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Al día siguiente, a la hora acordada, Martínez se presentó, pero sólo para despedirse de su amigo, no osaba dar el paso y así se lo hizo saber. Se despidieron con un fuerte abrazo y Ciudadano López desapareció de la ciudad sin dejar rastro. 

Las autoridades municipales no dieron ninguna importancia a su desaparición; el Estado del bienestar iba sobrado de mano de obra y tenerla colocada costaba una cantidad ingente de dinero al cabo del año. Su vivienda fue rápidamente ocupada por su amigo, el guarda de seguridad, que le pidió al instante, y todo siguió igual.
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Bueno, todo no. Ciudadano Martínez se colgó un año después.
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