Zaratustra salió de su cueva ardiente y fuerte como el Sol cuando sale detrás de montañas oscuras, y dijo al Sol –radiante astro- ¿qué sería de tu dicha si no tuvieses aquellos para los que brillas?- y si permaneciesen encerrados en sus cuartos en tanto ya estás levantado y vienes a obsequiar y repartir, ¡cómo se encolerizaría tu orgullosa vergüenza! Pues bien, duermen todavía esos “hombres superiores” en tanto yo estoy levantado. No son ellos los que espero aquí en mi montaña. Federico Nietzsche
Van quedando pocos postes de madera en la ciudad de Barcelona
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Quizá sería un tema para un poeta, no lo sé.
Los postes de madera en Barcelona ciudad deben quedar contados con el dedo
de una mano y, antes que se nos pi...
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