Todas las relaciones existentes entre las cosas son verdaderas. El error sólo es el hombre. En él nada es verdadero, salvo que se equivoque, que no pueda encontrar la relación consigo mismo, ni con los demás, ni con las cosas. El mundo razonable hay que considerarlo como un gran individuo inmortal que continuamente produce lo necesario y con ello se hace incluso dueño de lo que es contingente. La percepción inmediata de los fenómenos originales nos produce una especie de angustia: sentimos nuestra insuficiencia. Sólo animados por el eterno juego del mundo empírico estos fenómenos nos dan alegría. - GOETHE
Van quedando pocos postes de madera en la ciudad de Barcelona
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Quizá sería un tema para un poeta, no lo sé.
Los postes de madera en Barcelona ciudad deben quedar contados con el dedo
de una mano y, antes que se nos pi...
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